Los/as adolescentes que practican sexting se exponen a una serie de riesgos. Estos riesgos no tienen que aparecer de forma aislada, sino que, por el contrario, se pueden dar varios de ellos y las amenazas que se producen aparecen de forma entrelazada.
1. Amenazas a la privacidad del/la menor: una imagen de sexting se puede escapar del ámbito privado de forma voluntaria o de modo involuntario al perder el control de las imágenes de contenido sexual (robo o pérdida del teléfono móvil o acceso por terceros sin consentimiento).
2. Riesgos psicosociales: incluyendo los riesgos derivados de la exposición de la intimidad del/la menor ante otras personas.
3. Ciberbyllying (o acoso entre iguales).
4. Sextorsión: las imágenes o vídeos en manos de determinadas personas pueden servir para extorsionar, chantejear, amenazar a la persona que protagoniza las mismas.
5. Grooming: esta situación puede estar íntimamente relacionada con la sextorsión.
6. Riesgos físicos y geolocalización: las aplicaciones de geolocalización y geoetiquetado de contenido multimedia pueden facilitar la ubicación física.
Las recomendaciones que podemos dar son las siguientes:
- Prevención, la cual pasa por inculcar a nuestros/as menores en la cultura de la privacidad. Esto pasa por conseguir que los menores sean conscientes de los riesgos que existen al exponer datos personales públicamente y que aprendan a valorar la privacidad de sus datos.
- Es importante que las madres, los padres y las personas que se dedican a la educación sean capaces de trasladar a los/as menores la confianza suficiente como para que, ante una incidencia en la Red, recurran a la opinión de una persona experta adulta.
- Que los progenitores se encarguen de pagar la factura del teléfono móvil del/la menor puede ayudar a prevenir el sexting.
- En cuanto a los casos de sex-casting, ubicar el ordenador en un lugar común de la casa también nos puede servir como pauta de comportamiento a seguir para evitar situaciones de sexting.
- Los/as adolescentes deberían seguir también estos consejos:
- Conocer el nivel de seguridad y privacidad de los dispositivos y aplicarlo de una forma responsable.
- No ceder ante la presión ni el chantaje.
- No ser partícipe del sexting: ni creándolo ni reenviándolo ni fomentándolo.
RECUERDA:
"Cuando envías una información, pierdes el control sobre ella y su destino. Piensa antes de publicar".
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