lunes, 18 de agosto de 2014

Privacidad, anonimato, libertad,…



Voy a comenzar este post con una frase radical de ésas que tanto me gustan: decía John McAfee: "¿Privacidad? Tirad vuestros Smartphone". ¿Y quién es este señor? John McAfee se hizo multimillonario con sus populares antivirus McAfee que después vendió por miles de millones a otra empresa. La verdad es que como vida ejemplar mejor no tenerla en cuenta, pero de estas cosas sabe un rato. Otra de sus perlas es "Lo más prometedor en privacidad son los teléfonos tontos", refiriéndose a aquellos que sólo sirven para llamar. "Yo estoy tirando todos mis smartphones", dijo.

El tema de nuestra privacidad es un tema complicado. Nuestro primer fallo suele ser colgar fotografías de manera indiscriminada en las redes sociales teniendo 750 “seguidores” o “amigos” a los que no conocemos de nada. Bueno, si los conoces nos alegramos de que tengas una vida social tan amplia. Pero cuidado con lo que compartes en las redes sociales.

La privacidad es algo tan complicado que, cuando instalamos cualquier programa o aplicación y nos sale la opción de “Acepto la política de privacidad y he leído las condiciones”, marcamos todos la casilla sin haberla leído realmente. Recuerdo la época en la que la gente dudaba si las fotos que colgabas en Facebook eran tuyas o pasaban a ser titularidad de la compañía.

El tema de la privacidad es algo interesante por muchas razones. La primera es que si no cuidamos este aspecto, nos exponemos en Internet a muchísimas dificultades. No falta quien hace uso de tus datos, de tus fotos, de tus datos personales. Hay quien no tiene empacho en poner que sale de vacaciones, a dónde va y cuándo regresa. En esta época en donde la información es un bien valioso, hay que andarse con más cuidado.

Cabe decir que la privacidad no solamente es poner controles a quién puede ver nuestros contenidos. Ponemos que sólo lo compartimos con nuestros amigos o con los amigos de nuestros amigos, pero no olvidemos que Facebook, dentro de su propio sistema, es el “gran hermano” porque lo ve todo y además, lo guarda para sí todo: fotos, vídeos, mensajes, incluso reportes que se le hacen a la red social.

Pero ¿cómo debemos cuidarnos? ¿Qué hacemos? La realidad es que no es difícil, y no se trata de poner controles para que otros no vean nuestros contenidos, cosa que desde luego, no es mala idea restringir. En realidad, sin embargo, lo más simple es seguir esta sencilla regla: “no publique en ninguna red social nada que no quiera que otros vean”. 
Pero, ¿qué importa que otros vean mis contenidos? Finalmente el que “nada debe nada teme”. Pues sí y no. Es cierto que uno podría pensar que publicar una foto de la comida en un restaurante, o bien, fotos de un evento que ocurrió en la ciudad, una marcha por ejemplo, no tiene mayores consecuencias. Podría uno estar simplemente “documentando” lo que está pasando, ¿no? Pues no necesariamente. Considerando que en Estados Unidos la Agencia de Seguridad Nacional –NSA-, vigila a mucha gente y que, además, debido a los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York en el 2001, en donde Bush emitió una ley sobre “homeland security”, y gracias a esta ley prácticamente el gobierno norteamericano tiene derecho de entrometerse donde le dé la gana, cualquier actividad de cualquier ciudadano, la que sea, puede ser investigada.

Vale, es Estados Unidos. Chico, a mí lo que pase en Estados Unidos me puede dar un poco igual. ¡Qué exagerado eres!

Vamos a resumirlo: no publiques que vives en la Calle no sé cuál, número no sé cuántos y que te marchas de vacaciones de tal a cual fecha. Igual a la vuelta te encuentras el piso vacío. Así que si no lo haces por ti o por los Estados Unidos, por lo menos hazlo por tener televisión cuando regreses de las vacaciones.



1º. Limitar la cantidad de información personal que se comparte en las redes sociales, o al menos asegurarte que tus amigos en las mismas son realmente tus amigos. Y ya no hablemos de tus hijos. Cuidado con lo que dicen, ya que ellos tienen amigos en las Redes Sociales a cientos.
2º. Apagar o desconectar el servicio de localización geográfica para la mayoría de aplicaciones móviles que no la requieran, cerrar siempre la sesión de aplicaciones móviles en línea cuando se termine con ellas, no confiar en las redes Wi-Fi abiertas que se encuentran en aeropuertos, bibliotecas, universidades, cafeterías, investigar previamente antes de conectarse a ellas, y evitar este tipo de conexión para realizar intercambios de información privada.
3º. Una gran recomendación es no utilizar la misma contraseña para absolutamente todo. Conozco gente que tiene el pin del móvil como pin de la tarjeta de crédito, y la misma contraseña para los correos, la cuenta de iTunes o la de la tienda online en la que compra. Así lo pones muy fácil. Y más cuando es tu DNI o algo similar. Y por favor, mantén los dispositivos móviles con las últimas actualizaciones de software y seguridad y asegúrate de entender y hacer los ajustes apropiados de la configuración de privacidad de los servicios de Internet, aplicaciones móviles y dispositivos que se utilices.

Vamos a ir terminado que ya veo que te aburres y hablaremos sobre la privacidad en los smartphones. Sólo vamos a dar algunos consejos sencillos:
1º. Mantener actualizado tu terminal. 
2º. No conectarse a un wifi desconocido.
3º. Deshabilitar las localizaciones frecuentes (por ejemplo el iPhone puede recordar los sitios que más frecuentamos).
4º. Utilizar una contraseña numérica o alfanumérica.
5º. Evitar compartir tu ubicación con programas como Facebook Messenger que puedes tener activado sin saberlo.

Y para terminar, contaros que según últimas informaciones, Whatsapp cambiaría la configuración de la privacidad para saber si los mensajes enviados son leídos.

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