Voy a comenzar este post con una
frase radical de ésas que tanto me gustan: decía John McAfee:
"¿Privacidad? Tirad vuestros Smartphone". ¿Y quién es este señor?
John McAfee se hizo multimillonario con sus populares antivirus McAfee que después vendió por miles
de millones a otra empresa. La verdad es que como vida ejemplar mejor no
tenerla en cuenta, pero de estas cosas sabe un rato. Otra de sus perlas es "Lo
más prometedor en privacidad son los teléfonos tontos", refiriéndose a
aquellos que sólo sirven para llamar. "Yo estoy tirando todos mis
smartphones", dijo.
El tema de nuestra privacidad es un tema complicado. Nuestro primer fallo
suele ser colgar fotografías de manera indiscriminada en las redes sociales
teniendo 750 “seguidores” o “amigos” a los que no conocemos de nada. Bueno, si
los conoces nos alegramos de que tengas una vida social tan amplia. Pero
cuidado con lo que compartes en las redes sociales.
La privacidad es algo tan complicado que, cuando instalamos cualquier
programa o aplicación y nos sale la opción de “Acepto la política de privacidad
y he leído las condiciones”, marcamos todos la casilla sin haberla leído
realmente. Recuerdo la época en la que la gente dudaba si las fotos que
colgabas en Facebook eran tuyas o pasaban a ser titularidad de la compañía.
El tema de la privacidad es algo
interesante por muchas razones. La primera es que si no cuidamos este aspecto,
nos exponemos en Internet a muchísimas dificultades. No falta quien hace uso de
tus datos, de tus fotos, de tus datos personales. Hay quien no tiene empacho en
poner que sale de vacaciones, a dónde va y cuándo regresa. En esta época en
donde la información es un bien valioso, hay que andarse con más cuidado.
Cabe decir que la privacidad no
solamente es poner controles a quién puede ver nuestros contenidos. Ponemos que
sólo lo compartimos con nuestros amigos o con los amigos de nuestros amigos,
pero no olvidemos que Facebook, dentro de su propio sistema, es el “gran
hermano” porque lo ve todo y además, lo guarda para sí todo: fotos, vídeos,
mensajes, incluso reportes que se le hacen a la red social.
Pero ¿cómo debemos cuidarnos?
¿Qué hacemos? La realidad es que no es difícil, y no se trata de poner
controles para que otros no vean nuestros contenidos, cosa que desde luego, no
es mala idea restringir. En realidad, sin embargo, lo más simple es seguir esta
sencilla regla: “no publique en ninguna red social nada que no quiera que otros
vean”.
Pero, ¿qué importa que otros vean mis contenidos? Finalmente el que “nada
debe nada teme”. Pues sí y no. Es cierto que uno podría pensar que publicar una
foto de la comida en un restaurante, o bien, fotos de un evento que ocurrió en
la ciudad, una marcha por ejemplo, no tiene mayores consecuencias. Podría uno
estar simplemente “documentando” lo que está pasando, ¿no? Pues no
necesariamente. Considerando que en Estados Unidos la Agencia de Seguridad
Nacional –NSA-, vigila a mucha gente y que, además, debido a los ataques a las
Torres Gemelas en Nueva York en el 2001, en donde Bush emitió una ley sobre
“homeland security”, y gracias a esta ley prácticamente el gobierno
norteamericano tiene derecho de entrometerse donde le dé la gana, cualquier
actividad de cualquier ciudadano, la que sea, puede ser investigada.
Vale, es Estados Unidos. Chico, a
mí lo que pase en Estados Unidos me puede dar un poco igual. ¡Qué exagerado
eres!
Vamos a resumirlo: no publiques
que vives en la Calle no sé cuál, número no sé cuántos y que te marchas de
vacaciones de tal a cual fecha. Igual a la vuelta te encuentras el piso vacío. Así
que si no lo haces por ti o por los Estados Unidos, por lo menos hazlo por
tener televisión cuando regreses de las vacaciones.
1º. Limitar la cantidad de
información personal que se comparte en las redes sociales, o al menos
asegurarte que tus amigos en las mismas son realmente tus amigos. Y ya no
hablemos de tus hijos. Cuidado con lo que dicen, ya que ellos tienen amigos en
las Redes Sociales a cientos.
2º. Apagar o desconectar el servicio de localización
geográfica para la mayoría de aplicaciones móviles que no la
requieran, cerrar siempre la sesión
de aplicaciones móviles en línea cuando se termine con ellas, no confiar en las redes Wi-Fi abiertas que
se encuentran en aeropuertos, bibliotecas, universidades, cafeterías,
investigar previamente antes de conectarse a ellas, y evitar este tipo de
conexión para realizar intercambios de información privada.
3º. Una gran recomendación es no
utilizar la misma contraseña para absolutamente todo. Conozco gente que tiene
el pin del móvil como pin de la tarjeta de crédito, y la misma contraseña para
los correos, la cuenta de iTunes o la de la tienda online en la que compra. Así lo pones muy fácil. Y
más cuando es tu DNI o algo similar. Y por favor, mantén los dispositivos
móviles con las últimas actualizaciones
de software y seguridad y asegúrate de entender y hacer los ajustes
apropiados de la configuración de
privacidad de los servicios de Internet, aplicaciones móviles y dispositivos que
se utilices.
Vamos a ir terminado que ya veo
que te aburres y hablaremos sobre la privacidad en los smartphones. Sólo vamos a dar algunos consejos
sencillos:
1º. Mantener actualizado tu terminal.
2º. No conectarse a un wifi desconocido.
3º. Deshabilitar las localizaciones frecuentes (por
ejemplo el iPhone puede recordar los sitios que más frecuentamos).
4º. Utilizar una
contraseña numérica o alfanumérica.
5º. Evitar compartir tu ubicación con programas
como Facebook Messenger que puedes tener activado sin saberlo.
Y para terminar, contaros que según últimas
informaciones, Whatsapp
cambiaría la configuración de la privacidad para saber si los mensajes enviados
son leídos.