Que las nuevas tecnologías han entrado con fuerza en nuestras vidas, es un hecho. Que nuestros hijos y nuestras hijas no nacen con un "pan debajo del brazo", sino que casi desde sus primeros meses de vida ya saben manejar, mejor que nosotros/as mismos/as los móviles, dvd, etc., desgraciadamente, también es cierto.
Muchas personas dependen totalmente de las nuevas tecnologías, no pueden salir de su casa sin llevar, en el bolso o en la mano, su smartphone; y es toda una tragedia cuando se queda sin batería o, en el peor de los casos, cuando se lo roban o se queda anticuado (¡al año o menos tiempo!).
Para estas personas adictas al móvil que se quieren desenganchar, se ha creado el Nophone, al que hemos aludido en un post anterior: http://familiaenredada.tformas.com/2014/10/nophone.html
Cuando estamos tomando un café, una copa, compartiendo una comida o, simplemente, pasando un momento agradable, o al menos intentándolo, con una persona, en determinadas ocasiones, por culpa de esa dependencia al móvil, al estar consultando las redes sociales, el correo electrónico, etc. nos sentimos "insivibles" y somos víctimas del phubbing.
Como madres y padres somos responsables de unos seres chiquitos que, durante algunos años, dependerán absolutamente de nosotros/as. Nos tenemos que encargar de enseñarles y de educarles. Pero, debido a nuestra adicción al móvil (ya sea por motivos de trabajo o por causa del ocio), en muchas ocasiones, estamos perjudicando a nuestros/as hijos/as, no les estamos prestando la atención que necesitan.
De esto habla el artículo del blog del periódico El País que os dejo a continuación.
http://blogs.elpais.com/mamas-papas/2014/09/como-dana-a-tu-hijo-tu-adiccion-al-movil.html
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