Esta semana conducía por la A-50 y veo que el coche que circula delante de mí está haciendo "eses" y se pega de manera exagerada al "quitamiedos" de la derecha. Veo que el chico que conduce lleva una postura un poco rara y me sorprende ver que parece que en el coche está él solo. Tomo distancia y observo que corrige la dirección y circula con normalidad. Me dispongo a adelantarlo. Pero, vuelta a empezar: otra vez que circula de lado a lado de la carretera. En ese momento es cuando me doy cuenta que está usando el teléfono y que lo debe de tener conectado al mechero del coche y no le llega el cable.
Pero, ¿estamos tontos o qué?, ¡chateando mientras conducimos como si nada! Tengo que reconocer que alguna vez yo he respondido y, cuando lo haces, no ves el peligro; hasta que eres tú el que circula viendo lo que hacen los demás y te das cuenta de lo temerario que puede llegar a ser.
Está claro que hemos sucumbido al smartphone como posesos y que cuando viajamos nuestro cachibache ofrece ventajas: que si Intenert, que si Google Maps, que si comandos de voz, SMS, whatsap y apps para saber la gasolinera más barata, el estado del tráfico y, en general, casi todo… Pero, ¿en plena conducción y dándole al cacharrito? Y para colmo, ¿esperando la respuesta?
El fin de semana pasado ha subido la siniestralidad en la carretera. Y sube la gente joven que nos dice adiós sin despedirse.
Admitimos cuatro millones de conductores que nos distraemos con el teléfono y eso que más del 50% de los accidentes son por distracciones al volante. Y lo sabemos. Pero...estamos tan enganchados al teléfono que no vemos más allá de la pantalla.
Los datos están ahí.
Lo más utilizado es el whatsapp. Uno de cada dos conductores utiliza whatsapp mientras conduce. Será que nos aburrimos y somos incapaces de vencer la tentación de responder cuando oímos el aviso de que alguien nos ha escrito.
Luego tenemos a los que se dedican a hacer vídeos o fotos mientras conducen. Sí, aunque parezca una broma, esto sucede y, desgraciadamente, no en pocas ocasiones.
Sea como fuere, nos jugamos la vida. Recomendaciones mientras conducimos: pon el teléfono en silencio, quita los datos, quita las notificaciones,...ten un poco de fuerza de voluntad o de amor propio por tu vida y, en todo caso, por la de los demás.