¿Nomofobia? ¿En serio? Seguro que os estáis preguntando qué es esto de lo que os quiero hablar hoy.
Pues sí queridas y queridos, la nomofobia tiene que ver con las nuevas tecnologías. No es más que un trastorno que sufre, quizás sin tener consciencia plena, casi la mitad de la población (y quizás me esté quedando corta).
Cuando nos quedamos sin batería al haber estado todo el día fuera de casa (¡qué buen invento esto de las power bank o de las baterías externas!), una sensación de angustia y de ansiedad se apodera de nuestro cuerpo y queremos llegar cuanto antes a nuestra casa para poder enchufar el teléfono y que la batería se cargue. Éste es un síntoma de que padecemos nomofobia.
Si nos desesperamos cuando nos damos cuenta que nos hemos dejado el teléfono móvil en la mesilla de la habitación y creemos que en este rato, desde que salimos de casa hasta que hemos vuelto a recuperarlo, nos han llamado o mensajeado un montón de personas... estamos viviendo un caso de nomofobia.
Se puede definir la nomofobia como el miedo irracional a estar sin teléfono móvil. Acudimos a todos los lugares con el móvil (cocina, baño, habitación, reunión, bibliotecas, clases,...) y no podemos estar sin consultar más de dos minutos. Nos hallamos ante la obsesión por estar pegado/a perpetuamente al smartphone.
Nos encontramos ante un término que proviene del anglicismo "nomophobia": no mobile phone phobia. Esta dependencia al móvil genera en la persona una infundada sensación de incomunicación cuando no se puede disponer de él por los motivos que sean. Tratad de recordar cuántas veces habéis sentido esta angustia, desazón o desesperación o, incluso, os habéis enfadado con vosotros/as mismos/as porque habéis sido tan olvidadizos/as.
Según las estadísticas, las personas usuarias de smartphones consultan sus dispositivos una media de 150 veces al día (aunque creo que se queda bastante corta esta encuesta).
Los síntomas que nos pueden indicar que estamos siendo presas de esta fobia pasan por una sensación de ansiedad, taquicardias, pensamientos obsesivos, dolor de cabeza y estómago... Según algunos personas expertas, quien padece esta fobia suele ser una persona insegura y de baja autoestima. También se dice que las mujeres somos quienes más lo padecemos debido a la mayor necesidad de comunicación y afecto en comparación con los hombres. En relación con el rango de edad, la adolescencia es quien más la sufre.
Se ha realizado un pequeño test de 20 preguntas mediante el cual podemos saber si somos o no un zombie, una persona obsesionada con el dispositivo móvil y a quien se le genera ansiedad si se aleja demasiado de él.
Para llevar a cabo el test sólo hay que valorar las afirmaciones del 1 al 7 (respondiendo 1 si estás totalmente en desacuerdo con lo afirmado y si se responde con el 7 se está señalando que se está totalmente a favor). Las preguntas son las siguientes. ¿Te animas?
1- Me siento incómodo si no dispongo de acceso constante a la red a través de mi teléfono móvil.
2- Me molesta querer buscar información en mi dispositivo móvil y no poder hacerlo.
3- Ser incapaz de ver las noticias (actualidad, el tiempo etc.) a través de mi «smartphone» me irrita.
4- Me molesta no poder usar mi teléfono y sus aplicaciones cuando quiero hacerlo.
5- Me asusta la idea de que se acabe la batería de mi «smartphone».
6- Me da pánico quedarme sin crédito en mi tarifa de datos mensual.
7- Si no dispongo de conexión a la Red (ya sea mediante datos o Wi-Fi) compruebo constantemente si hay alguna señal cercana a la que conectarme o trato de encontrarla.
8- Me preocupa quedarme «tirado» en algún lugar cuando no funciona mi teléfono.
9- Cuando no compruebo mi «smartphone» durante un tiempo, siento el deseo de mirar si tengo nuevas notificaciones.
10- Si no tengo mi «smartphone» conmigo me pongo ansioso porque no puedo comunicarme al instante con mi familia y amigos.
11- Si no tengo mi «smartphone» conmigo me preocupa que mi familia y amigos no puedan localizarme.
12- Si no tengo mi «smartphone» conmigo me pongo nervioso porque no puedo recibir mensajes ni llamadas.
13- Si no tengo mi «smartphone» conmigo me pongo nervioso porque no puedo recibir mensajes ni llamadas.
14- Si no tengo mi «smartphone» conmigo, me agobia pensar que alguien ha intentado contactar conmigo y no ha podido.
15- Si no tengo mi «smartphone» conmigo me pongo nervioso porque mi conexión constante con mi familia y amigos se rompe.
16- Si no tengo mi «smartphone» conmigo me pongo nervioso porque no puedo mostrar lo que hago en la Red.
17- Si no tengo mi «smartphone» conmigo me siento incómodo porque no puedo estar al día en las redes sociales.
18- Si no tengo mi «smartphone» conmigo me siento incómodo porque no puedo ver las notificaciones de mis contactos.
19- Si no tengo mi «smartphone» conmigo me siento incómodo porque no puedo ver mi e-mail.
20- No sé qué hacer si no tengo conmigo mi «smartphone».