Hace unos días, cenaba con unas cuantas personas que son madres y padres. Estábamos solos en el comedor, así que hablábamos con total libertad de diferentes temas. Y surgió el tema de las redes sociales, informática y adolescentes.
Todo nace de una conversación sobre el uso de twitter. ¿Eso para qué sirve? ¿No tenemos suficiente con Facebook? Mi respuesta fue que twitter es más inmediata y que, en algunos casos, te enteras de lo sucedido antes que escuchando la radio o viendo la TV. Ahí entramos en un debate sobre las redes sociales, y una de las comensales me dice que con Facebook ya tiene suficiente, que ella lo usa para ver lo que publica su hija adolescente.
Ante mi sonrisa sarcástica (por no soltar una bordería) me pregunta que si me parece mal que "vigile" a su hija. Mi respuesta es que no me parece ni bien ni mal, pero que antes de vigilar, sería mejor educar en el uso de las redes sociales y que, además, su hija en facebook publicará tonterías del tipo fotos en la playa en verano, fotito de algún famosete o cuánto quiere a tal o cual amiga. Y que su hija posiblemente usará Ask, Twitter y Snapchat.
Ni idea de lo que le estaba hablando. Aunque lo peor de todo es que ninguno de los presentes pensaba que se pudiera ejercer algún tipo de violencia por medio de las redes sociales o de whatsapp, por ejemplo. Vamos, que es que cuando he leído las conversaciones de mi hija por whatsapp, no he leído nada de eso que tú dices... ¿y en Telegram? ¿o en Line?
Ni idea de lo que le estaba diciendo. Y sí. Por desgracia, las redes sociales y mensajería instantánea se utilizan como medio de control, de presión y, en algunos casos, como una forma de ejercer violencia psicológica sobre algún amigx o pareja.
Así que saqué el smartphone y comencé a buscar y enseñar información. Casos en el que el novio controla las redes sociales de la novia y está pendiente de lo que la muchacha publica en su muro de facebook o momentos en lo que está o no conectada. Chicos que controlan a qué hora su novia está conectada o no al whatsapp, controlando su tiempo y con quién puede estar hablando a esas horas.
Las nuevas tecnologías juegan un papel muy importante en este tipo de violencia entre los jóvenes. Para casi todos, la forma de ejercer violencia es sólo la mujer de 40 años que tiene el ojo morado,
pero tenemos que cambiar esa imagen. Es un tema que ha cambiado en los últimos tiempos por
el uso de las nuevas tecnologías.
Mi compañera de blog ya os ha hablado de temas como el «sexting» (envío de imágenes o vídeos eróticos a otras personas vía teléfono móvil) o el «grooming» (el
adulto que se hace pasar por un adolescente para ganarse la confianza
de un menor con fines de satisfacción sexual).
Este tipo de conductas no suelen ser percibidas como
agresiones por las víctimas, por los propios agresores ni, tampoco, por
sus iguales; como consecuencia de ello, se consienten y se normalizan.
¿Debemos de vigilar? Quizá debamos de educar, pero sobre todo puede que lo primero sea que las madres y padres se formen y aprendan un poquito sobre las nuevas tecnologías, las redes sociales y la mensajería instantánea.
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